jueves, 5 de noviembre de 2009

…Y llora y llora, y llora el astillero, llora…


Sin duda alguna al oír esta frase, se nos viene a la mente los cánticos entonados por millones de hinchas, amantes del buen fútbol, fanáticos del espectáculo, asiduos a los estadios y enamorados de los goles.

No quepa duda alguna, decir que llora el astillero porque sus hijos predilectos, han fallado una vez más en su misión, lograr el ya huraño titulo nacional.

…Y llora y llora, y llora el astillero, llora; no solo es repetir la frase de la decepción, es abrir los ojos ante una realidad inminente, el fracaso de los equipos de la costa en el torneo nacional. No podemos negar que sin canarios y eléctricos, el fútbol pierde su sazón especial, el espectáculo se queda sin sus principales protagonistas, el hincha se queda sin esa motivación extra de ver jugar a los acérrimos rivales de la Liga de Quito, Cuenca, Olmedo, Deportivo Quito y otros equipos más; sin duda alguna, lo que resta del campeonato no será igual sin la participación de estos dos gigantes dormidos.

Ya quedaron atrás viejos tiempos en los cuales amarillos y azules hacían vibrar las tribunas, lograban sacar lagrimas de felicidad en sus seguidores, ya que cosechaban victorias inolvidables, remontaban marcadores adversos y lograban lo insólito, aquello ahora olvidado.

Recuerdo como si fuese ayer, cuando mi padre me llevaba a los estadios; se podría decir que asistía a una fiesta ahora muchas veces convertida en un funeral, asistía con alegría y salía orgulloso del fútbol, asistía a vibrar por mi equipo y no a llorar por este. Los colosales jugadores que gambetearon a muchos rivales, dejaron un legado en las canchas y marcaron cientos de goles, ahora son héroes de lo que quizás fue la mejor época de ambos clubes costeños; como olvidar a: “Pepo” Morales en sus tirazos de larga y media distancia, las jugadas decisivas de Walter Pico, los tiros libres del “Poeta del gol” Rubén Darío Insúa, la clase brasilera de Edu, la celebración de Alfaro Moreno al marcar un gol y otros jugadores de clase como Ariel Grazziani, Marco Antonio “El diablo” Etcheverri, Roberton Oste, “el flaco” Verduga, De lima, Ney Raúl Avilés, Luis Alberto Capurro, “El pipa” de Ávila, Ivo Ron, el fallecido Carlos Muñoz, el “Cuqui” Juárez, Manuel Uquillas, entre otros recordados luchadores y amantes de su divisa, quienes dejaron huella en la retina y corazones de millones de Ecuatorianos.

El tiempo corre y no se detiene, va marcando un silencio desconsolador para Barcelona y Emelec; ahora no hay que mirar atrás, hay que sacar adelante al equipo, hay que saber invertir para obtener ganancias, hay que renovar, hay que creer y respetar los procesos, hay que probar juveniles, hay que traer jugadores de cartel; hay que ponerle fe a lo que se hace, hay que creer y amar profesionalmente la camiseta que se defiende, dejando la vida a la hora de jugar en el gramado; hay que volver a sudar la camiseta.

Un año más sin lograr lo ansiado, solo queda esperar y no volver a cometer los mismos errores, hay que saber enmendar para triunfar y ser humildes para alcanzar el éxito.

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